Protege tus riñones: cómo darle sabor a las comidas sin exceso de sal

Para los pacientes diagnosticados con Enfermedad Renal Crónica, el cuidado en los alimentos y bebidas es crucial

Al ser un órgano que filtra la sangre del cuerpo, el riñón necesita de nuestra buena alimentación para poder hacer sus labores de la mejor manera. Esto cobra especial importancia para el caso de quienes tienen alguna nefropatía, como lo es la Enfermedad Renal Crónica. Es por esta razón que conversamos con Lidia Carreño, nutricionista dietista de Baxter RCS, quien nos dio algunas claves para entender este tema.

Para empezar, Lidia nos recuerda que la sal, o mejor dicho, el cloruro de sodio, es una sustancia química que se puede ingerir y se utiliza en incontables preparaciones. Además, el sodio es muy importante para una dieta saludable, pues “interviene en múltiples funciones a nivel orgánico y del funcionamiento del cuerpo. Se necesitan aproximadamente entre 135 a 145 mq/l de sodio en el cuerpo para que exista un adecuado equilibrio ácido-básico, mantener un buen estado de hidratación, conservar el funcionamiento del músculo y del corazón”.

Dicho esto, esta nutricionista nos recuerda que la sal no es absolutamente necesaria en la dieta, pero el organismo sí necesita de sodio para funcionar correctamente. Además, esta profesional destaca que el consumo de sal sí está permitido en personas con nefropatías, pues además del sodio aporta yodo, cloro y magnesio, que son importantes para ciertas funciones del metabolismo. Sin embargo, debe haber unos lineamientos propuestos por un médico y nutricionista.

 

¿Cómo saber cuánta sal podría ser nociva?

“Lo realmente nocivo es tener un exceso en el consumo de sal, sobrepasando las recomendaciones nutricionales diarias”, explica esta especialista, quien nos recuerda que “en la enfermedad renal crónica, el exceso puede repercutir en aumento de la tensión arterial, sobre hidratación, alteraciones cardiovasculares, entre otras. No obstante, el déficit también traerá consecuencias”.

 

Alternativas saludables y sabrosas para reducir nuestro consumo de sal

En el caso de las dietas bajas en sal, que deben ser determinadas por un Nutricionista de la mano del diagnóstico de un nefrólogo para cada paciente, Lidia recomienda otras opciones que también dotan de sabor los alimentos sin elevar los niveles de sodio, como ciertas especias naturales libres de procesos químicos:

  • Ajo
  • Cebolla
  • Cilantro
  • Perejil
  • Orégano
  • Laurel
  • Tomillo
  • Canela
  • Pimienta

 

Comidas fuera de casa: bajo la lupa

Aunque en el hogar puede resultar sencillo monitorear el tipo de alimentos que consumimos, al salir, es importante no bajar la guardia en este aspecto y evitar las comidas que puedan tener altas concentraciones de sal.

“Fuera de casa estamos expuestos a un mayor consumo de alimentos procesados y ultraprocesados. Estos a su vez son los de mayor contenido de sodio. Mi recomendación es evitar y ejercer control sobre la cantidad y frecuencia de consumo de alimentos como las bebidas embotelladas (gaseosas, refrescos, maltas, etc.), enlatados, embutidos (salchichas), carnes curadas/maduradas, productos de panadería y salsas comerciales”, recomienda Lidia, quien también hace un llamado a revisar las etiquetas de contenido nutricional de los productos que consumimos. “Vigila los mensajes de “alto en sodio”; revisa la lista de ingredientes e identifica que la sal no esté dentro de los tres primeros ingredientes. Ojalá sea un producto libre de “glutamato monosódico”, advierte.