Mantener la dieta para pacientes con ERC durante las festividades sí es posible

Llega el final de año y las familias se reúnen alrededor de la mesa para celebrar. Pero, ¿qué hacer cuando tenemos una dieta especial?

Resistirse a los manjares tradicionales parece una tarea que requiere bastante fuerza de voluntad. Con ayuda de la nutricionista Lidia María Carreño López, listamos aquí algunos consejos prácticos para sobrevivir a este mes de diciembre sin negarnos el gusto de compartir una buena cena, pero cuidando de nuestra salud para el tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica.

  • La normalidad es importante. Comparte una cena navideña sin problema, pero recuerda que para los pacientes con ERC la alimentación debe continuar siendo saludable y balanceada.
     
  • Hay alimentos que deben continuar fuera de nuestro plato. Aunque podemos tener una cena sabrosa, debemos evitar los alimentos con alto contenido de sodio, azúcares añadidos, grasas saturadas, conservantes, nitritos y potenciadores de sabor.
     
  • Date gusto con alimentos sabrosos y nutritivos. Es importante incluir alimentos de todos los grupos (grasas, proteínas, carbohidratos y micronutrientes). Consume frutas y verduras (cuidando de aquellas que puedan aportar grandes cantidades de potasio) y evita los alimentos procesados y ultraprocesados.
     
  • Haz una pequeña lista de lo que no debes comer, como embutidos (jamón, salchichas, longaniza, chorizo), alimentos enlatados, sopas instantáneas, dulces y golosinas, productos de bollería/pastelería muy elaborados (con grandes cantidades de azúcar, grasa y cremas).
     
  • Presta atención a las bebidas. Evita los líquidos embotellados, como las gaseosas, maltas, jugos, bebidas energizantes y aguas saborizadas, entre otras. Opta por los jugos naturales sin azúcar, por ejemplo.
     
  • No pierdas la cabeza si comiste algo no recomendado. En esta época es común tener algún tipo de “pecado” gastronómico. Retoma tu dieta saludable tan pronto como sea posible, y lleva un control de cuándo y cuántas veces consumiste ese alimento no recomendado, reduciéndolo al máximo. Así tendrás mayor control sobre tu alimentación sin sentir culpa.
     
  • Dile ‘no’ al exceso. Disfruta del momento y de la alegría de la celebración sin descuidarte. El consumo de alcohol como acto social suele estar presente, y por ello es imperativo controlar la cantidad, tamaño de porción y frecuencia de consumo de este tipo de bebidas, así como en elegir una que ojalá tenga un aporte pequeño de azúcares y minerales (por ejemplo, el whisky). Una copa de vino, uno o dos tragos pequeños, estarían dentro de una medida de control. De lo contrario, “el exceso de alcohol es perjudicial para la salud”, y más en pacientes ERC.

Haz de tus seres queridos una red de apoyo. Explícales con cariño y paciencia por qué debes seguir ciertas recomendaciones nutricionales, y recuérdales que debes priorizar tu salud. Tus seres queridos se convertirán en tus guardianes y seguramente tus fiestas seguirán siendo una fecha inolvidable.