La vida después de un trasplante de riñón: estos son los cuidados que debe tener tras la cirugía

Siguiendo unas sencillas recomendaciones, poco a poco podrá volver a la vida normal.

Aunque se trata de un procedimiento complicado, recibir un trasplante de riñón significa una nueva oportunidad de vida, con más libertad, tiempo y autonomía. Pero además de eso, un trasplante también implica el cuidado de su nuevo riñón. Conversamos con Rafael Alberto Gómez, Gerente Médico Regional de Baxter RCS, quien les da algunas recomendaciones a quienes ya recibieron su trasplante o están próximos a hacerlo.

Lo primero que se debe entender es que el trasplante renal implica el uso de varios medicamentos que van a evitar que el paciente rechace ese riñón que ha recibido. Y esto mantiene al paciente en un estado de inmunosupresión, es decir, con bajas defensas. Este factor es determinante a la hora de hablar de los alimentos que puede consumir esa persona que acaba de ser trasplantada.

“Inicialmente, cuando el grado de inmunosupresión es mayor, el paciente debe evitar alimentos crudos, quesos no procesados (blancos), y alimentos de origen no conocido, es decir, alimentos fuera de casa”, asegura el doctor Rafael, quien agrega que: “aunque puede y debe consumir frutas y verduras, estas deben ser lavadas adecuadamente”. 

Para conservar en buen estado ese nuevo riñón, la persona recién trasplantada también debe seguir una dieta baja en grasas, evitar alimentos freídos en aceite y comer sal moderadamente, es decir, aproximadamente 2 o 3 gramos al día.

El experto también recomienda consumir principalmente carnes blancas y pescado. ¿Y qué pasa con quienes son amantes de las carnes rojas?; Estas personas pueden comer este tipo de carne, pero no deben exceder los 300 gramos por semana.

El doctor agrega que: “se debe evitar el sobrepeso y la obesidad dado que incrementa el riesgo cardiovascular. Además, la ingesta de líquidos debe ser suficiente para mantener un estado de hidratación adecuado. Y aunque no está claramente definido cuál es el volumen optimo de líquidos, se bebe consumir entre 1.5 y 2.5 de litros al día, hablando de todos los líquidos en general”.

Un delicado error que comenten las personas trasplantadas es pensar que con el pasar del tiempo podrán consumir más y más azúcares, sales, comidas ricas en carbohidratos y grasas. Pero lo cierto es que estas recomendaciones se deben mantener a lo largo de la vida para estar siempre saludables.
 

La actividad física es muy importante para el paciente trasplantado

Al igual que una buena alimentación, una persona que ha pasado por un trasplante de riñón debe realizar una constante actividad física. Luego de la cirugía deberá ser suave, pero con el pasar del tiempo la intensidad podrá ir en aumento.

“En los tres primeros meses se recomienda ejercicio suave, como caminar, para evitar problemas con la cicatrización de la herida quirúrgica. Una vez pase este tiempo, se puede ir incrementando la frecuencia y exigencia del ejercicio. Incluso, hay algunos deportistas de alto rendimiento que han tenido trasplante renal y han continuado con su deporte. En general, la recomendación es tener actividad física al menos 150 minutos por semana para disminuir complicaciones cardiovasculares”, suma el médico.

 

Evitar los sitios públicos

Lo ideal es que una persona recién trasplantada intente estar la mayor parte del tiempo en su casa y evite frecuentar lugares públicos como cines, aeropuertos, colegios o el sistema de transporte. Esto, debido a que sus defensas están muy bajas y podría darse una recaída.

“Si se necesita salir, debe utilizar tapabocas permanente y evitar contacto estrecho con otras personas. Además, los pacientes que van a ser sometidos a un trasplante renal o que ya están trasplantados, deben tener su esquema completo de vacunación para covid-19 (cualquiera de las vacunas disponibles), y tener otras vacunas como la influenza y el neumococo”, asegura el experto. 

 

Volviendo a la normalidad

Un trasplante renal exitoso logra recuperar la función renal del paciente, eso quiere decir que ya no necesitará continuar con la diálisis. Además, si en el pasado tenía problemas de tipo sexual, es probable que estos mejoren y la persona pueda recuperar este aspecto de su vida.  

 

Señales de alarma para tener en cuenta

El trasplante, por ser un procedimiento complejo, puede generar algunas complicaciones posteriores. En ese sentido, lo mejor es visitar al médico al presentar los siguientes síntomas: dolor en exceso sobre el área, consistencia dura del injerto, aparición de orina con sangre y disminución en el volumen urinario.

“También hay síntomas relacionados con procesos infecciosos como fiebre, ardor para orinar, síntomas respiratorios, etc. Cualquiera de estos síntomas implica una consulta urgente al centro de trasplantes”, concluyó el doctor Rafael Alberto.