Paciente con enfermedad renal crónica: una gran emprendedora

Judith Castro Forero

 

ha sido paciente de RTS desde el año 1995. Siendo apenas una niña le diagnosticaron púrpura, un trastorno hemorrágico que tiene afecciones con el proceso de coagulación sanguínea del cuerpo, el cual hace que el sistema inmunitario dañe las plaquetas presentes en la sangre afectándole sus riñones.

Con 14 años, Judith empezó su terapia de Diálisis Peritoneal (PD), su madre era quien se encargaba de hacer los tres recambios diarios; el primero, cuando se despertaba justo antes de arreglarse para ir a estudiar; el segundo, al mediodía contaba con permiso del colegio para ir a casa, hacer el proceso y regresar a clases; y el último, finalizando la tarde.

Desde pequeña empezó a seguir una dieta estricta, en la que debía reducir el consumo de alimentos altos en fósforo, potasio y calcio. A pesar de esto, la terapia le permitió seguir con sus actividades diarias, compartir con su familia y ser la consentida entre sus seis hermanos, quienes la apoyaron para lograr terminar sus estudios. En el año 2000, entró a estudiar Técnico en Auxiliar de Contabilidad.
 

Complicaciones en el camino

Sin embargo, luego de nueve años de estar recibiendo esta terapia, le dio peritonitis, lo que provocó que le retirarán el catéter y la pasarán a Hemodiálisis (HD). Debido a toda esta situación, para Judith conseguir trabajo era muy difícil porque en todas las empresas le exigían poder trabajar tiempo completo, pero ella necesitaba permiso para asistir a las citas médicas, a los exámenes y a las diálisis.

  A sus 27 años se dedicó a cuidar ancianos y niños intentando organizar el tiempo de su tratamiento, pero esto lo hizo hasta que una compañía de construcción le abrió las puertas hace tres años, dándole la oportunidad de trabajar como auxiliar de mensajería, el cual le brinda la posibilidad de manejar horarios flexibles para seguir recibiendo su atención médica. Sin embargo, en ninguno de estos trabajos se ha sentido tan feliz como lo es cuando teje y hace sus muñecas de trapo y muñecas en croché, un arte que heredó de su abuela.
 

Emprendedora por naturaleza

Sus manualidades la motivaron a crear hace cuatro años Manos Productivas, un grupo conformado por pacientes renales que hacen diversas artesanías y que poco a poco se han ido convirtiendo en proveedores de RTS para las celebraciones especiales.

Actualmente Judith tiene 37 años, y lleva 23 años asistiendo a la Sucursal RTS San Rafael de Bogotá. Ella hace parte de los 8 pacientes más antiguos de la clínica. Por eso, Judith afirma que Baxter y RTS ayudan a formar al paciente “ellos no solo están pendientes de producir medicamentos y servicios, más allá de eso, les interesa que la persona se sienta bien y el paciente no pierda su calidad de vida”.