Lupus y ERC: ¿cuál es su relación?

La Enfermedad Renal Crónica y esta condición autoinmunitaria pueden estar estrechamente relacionadas.

Para empezar a hablar del lupus (lupus eritematoso sistémico LES, por su nombre completo) y su conexión con la ERC, comenzaremos por repasar en qué consiste. Esta enfermedad se caracteriza porque el organismo genera anticuerpos (encargados de combatir cuerpos extraños) pero que en este caso atacan los propios tejidos del paciente (auto-anticuerpos).

Los tejidos del cuerpo se pueden ver ampliamente afectados en un caso de lupus, tanto de forma leve (piel y articulaciones) como de formas más comprometedoras a nivel de órganos, como es el caso del riñón.

La afectación al riñón se conoce con el término genérico de nefritis lúpica, en donde los autoanticuerpos afectan diferentes estructuras del riñón, causando un cuadro inflamatorio de diversa intensidad.

Por lo general, la nefritis lúpica es más común entre personas entre los 20 y 40 años de edad y se puede presentar durante los primeros cinco años después de un diagnóstico de lupus severo, de acuerdo con la Lupus Foundation of America.

Dicha organización también calcula que, con el tiempo, hasta el 60% de los pacientes con lupus podrían desarrollar una nefritis lúpica. En el caso de los niños con lupus, el porcentaje aumenta a casi un 70%, pues dos tercios de los pacientes podrían desarrollarla.

Es por este motivo que tener claros los síntomas puede ayudar a que los pacientes con lupus puedan detectar a tiempo si sus riñones se están viendo comprometidos.

 

Síntomas frecuentes:

  • Eritema (rash, sarpullido en la región facial).
  • Caída del cabello.
  • Hinchazón.
  • Úlceras en la mucosa oral.
  • Artritis en más de dos articulaciones.
  • Inflamaciones de pleura y/o pericardio (membranas que envuelven pulmones y corazón, respectivamente).
  • Anemia.
  • Disminución de glóbulos blancos.
  • Cambios en los hábitos de orina (orinar con mayor frecuencia en la noche).
  • Compromiso renal (glomerulonefritis lúpica).

Este último síntoma se expresa clínicamente por hematuria (sangre en la orina), proteinuria (pérdida de proteínas a través de la orina), posible hipertensión arterial, deterioros de la filtración glomerular (mayores niveles de nitrógeno uréico o creatinina) y otras alteraciones que, con un examen de orina, de sangre o mediante una biopsia, permiten determinar si las estructuras del riñón se están viendo afectadas, tal como nos explica Rafael Mauricio Sanabria, Médico especialista en Medicina Interna y Nefrología y gerente de asuntos Médicos y científicos de Baxter Renal Care Services.

 

Las ventajas de un diagnóstico temprano de ERC en caso de lupus

En presencia de este tipo de síntomas o de un diagnóstico confirmado de LES, el paciente debe consultar al médico especialista de cara a tempranamente implementar las medidas diagnósticas y de tratamiento para evitar que la enfermedad avance y pueda afectar de manera importante los riñones u otros órganos.

“Con los avances en diagnóstico y tratamiento, el pronóstico del LES es en general bueno con excelentes tasas de supervivencia a 10 años, de suerte que en la actualidad se considera una enfermedad autoinmunitaria crónica con muy buenas herramientas para su tratamiento”, explica el Doctor Sanabria.