Cuidados de la fístula arteriovenosa en pacientes de hemodiálisis

En la información está el poder. Es por esto que queremos darte una guía sencilla y fácil de
consultar sobre la fístula arteriovenosa.
Para ello hemos consultado con la doctora Patricia Rodríguez, especialista en nefrología desde
hace 22 años para Baxter Renal Care Services.

Empecemos por lo fundamental, ¿qué es una fístula arteriovenosa?


Para el caso de los pacientes con hemodiálisis, se trata de una opción bastante práctica que
optimiza todo el proceso y facilita las cosas tanto para el paciente como para los médicos
tratantes.


Tal como explica Rodríguez, la fístula arteriovenosa (o fístula AV) “es la unión de una arteria
con una vena en uno de los brazos a nivel de la muñeca por debajo de la piel. La arteria da
fuerza para que la sangre salga del torrente sanguíneo, y la vena ofrece su grueso calibre para
que la sangre entre al torrente sanguíneo nuevamente”.


Esta unión permite que se cree un canal que puede ser fácilmente punzado por las agujas
utilizadas en la hemodiálisis.


¿Cómo funciona?


La fístula se crea en el brazo del paciente a través de un sencillo procedimiento quirúrgico.
Luego de ello, se deben esperar cuatro semanas a que cicatrice y se engrose naturalmente con
el flujo sanguíneo del paciente.


Pasadas cuatro semanas, y con ayuda de una serie de ejercicios que el médico indicará, la
fístula estará lista para las punciones.


¿Qué ventajas tiene la fístula arteriovenosa?


Tal como indica Rodríguez, “el riesgo de infección es muchísimo menor” en comparación con
los catéteres, pues la fístula “no es un cuerpo extraño”.


¿Qué cuidados debo tener?


Una vez la fístula sea creada, el paciente deberá cuidar la herida revisando que no presente
sangrado y deberá revisar que esté siempre limpia y seca. El brazo que tiene la fístula debe
mantenerse en reposo y elevado durante los primeros días; no usarlo para levantar cosas
pesadas ni permitir que sea usado para tomar la presión o ser puncionado para muestras de
laboratorio.


A largo plazo, tampoco se recomienda dormir sobre ese brazo o usar ropa demasiado ajustada.
Por supuesto, la zona de la fístula debe permanecer siempre limpia, el paciente debe limpiarla
con agua y jabón.
 

¿Qué signos de alarma debo tener en cuenta para pedir asistencia médica?


Para saber que la fístula está sana, el médico le enseñará al paciente a palparla para sentir una
suerte de vibración conocida como “thrill”. Esto indica que la fístula sigue viva. En caso de no
sentir la vibración palpable o notar algo raro en la fístula, se debe acudir al médico en el menor
tiempo posible. Por último, Rodríguez recuerda que se deben tener en cuenta “los signos de
infección, como el enrojecimiento, calor, dolor o que haya visiblemente salida de secreción o
supuración, puesto que son signos de infección”.